Tema 3: Naturaleza y cultura en el ser humano

Marvin Harris


La clasificación de Linneo


El transformismo de Lamarck


El darwinismo y la teoría sintética


La humanización

Relación entre culturas

Los papalagi adoran el metal redondo y el papel tosco, les da mucho placer poner los zumos del fruto muerto y la carne de los cerdos, bueyes y otros animales horribles dentro de sus estómagos. Pero también sienten pasión por algo que no podéis comprender pero que a pesar de esto existe: el tiempo. Lo toman muy en serio y cuentan toda clase de tonterías sobre él. Aunque nunca habrá más  tiempo entre el amanecer y el ocaso, esto no es suficiente para ellos (...). (Los papalagi) No permiten que el tiempo venga a ellos, sino que lo persiguen con las manos extendidas. No se permite malgastar el tiempo tumbándose al sol. Siempre quieren mantenerlo en sus brazos, darle y dedicarle canciones e historias. Pero el tiempo es tranquilidad y paz amorosa, amar, descansar y tenderse en una estera imperturbable. Los Papalagi no han entendido al tiempo y, por consiguiente, lo han maltratado con sus bárbaras prácticas. ¡Oh, mis hermanos amados!, nosotros nunca nos hemos lamentado del tiempo, lo hemos amado como era, sin perseguirlo o cortarlo en rebanadas. Nunca nos da preocupación o pesadumbre. Si hay entre vosotros alguno que no tiene tiempo, ¡dejadle que hable! Nosotros tenemos tiempo en abundancia, siempre estamos satisfechos con el tiempo que tenemos, no pedimos más tiempo del que ya hay y siempre tenemos tiempo suficiente. Sabemos que alcanzaremos nuestras metas a tiempo y que el Gran Espíritu nos llamará cuando perciba que es nuestro plazo, incluso si no sabemos el número de lunas gastadas. Debemos liberar al engañado Papalagi de sus desilusiones y devolverle el tiempo. Cojamos sus pequeñas y redondas máquinas del tiempo, aplastémoslas y digámosles que hay más tiempo entre el amanecer y el ocaso del que un hombre ordinario puede gastar.

DISERTACIÓN.

 

¿Qué es un ser humano?

¿Qué rasgo nos hace humanos?

¿Cómo se definiría esencialmente al ser humano?

¿Podríamos vivir solos en la naturaleza? Está claro que no podríamos hacerlo al nacer, pero ¿se puede desaprender la cultura?

¿Qué papel juega el lenguaje?

¿Se puede ser humano de muchas formas? ¿Tenemos posibilidades infinitas?

Punto de partida: Está claro que no somos humanos por nuestros aspecto o características físicas, sino que la cultura nos hace humanos.

 

Relato de un caso real de niña feral:

 

UNA NIÑA SALVAJE ENCONTRADA CERCA DE CHÂLONS EN CHAMPAÑA

 

Escriben desde París del 23 de noviembre de 1731 N. S. que una muchacha salvaje ha sido capturada cerca de Châlons, en Champaña, en la aldea de Chagni cerca de Vitry, debajo de un árbol; parece tener unos dieciocho años de edad, no come más que hojas de los árboles y plantas, todo tipo de frutos silvestres, hierbas y vegetales sin ningún aderezo ni salsa, se deleita comiendo bellotas y ranas vivas que devora con mucha avidez y masticándolas muy poco, y carne cruda; no puede acostumbrarse a comer carne ni leche ni huevos que estén asados, cocidos, guisados o fritos; no bebe otra cosa que agua, y si come o bebe algo distinto a lo que está acostumbrada a comer o beber, se pone enferma.

Es alta y de bella figura, cara muy bonita, manos suaves y tez blanca, y voz suave y agradable.

(...) No puede dormir sobre una cama de plumas ni de lana, sino que lo hace sobre un lecho de piedra o sobre guijarros; le han enseñado, desde que la capturaron, a tejer calcetines, gorros y guantes, y ella, siendo muy diestra, comienza a hacerlo muy bien, y empieza a decir muchas palabras y a hacerse entender en parte con palabras y en parte con señas (...); parece insinuar que, desde que recuerda, nunca ha ido desnuda, sino cubierta con una gran piel de fiera (...).

 

 

El caso más famoso es el de Víctor de Aveyron

 

Kaspar Hauser